viernes, octubre 14

Combustión espontánea

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          Dice un proverbio chino que, cuando dios quiere castigar a los humanos, los hace vivir en tiempos interesantes. De lo cual se deduce que la mejor situación social es el aburrimiento. Y es cierto; en las sociedades danesa o sueca no hay grandes sobresaltos, nunca pasa nada, son el epítome del aburrimiento. Pero qué envidiables resultan. Sin embargo, en Siria o la República Democrática del Congo no saben lo que significa la palabra tedio, pero ni locos quisiéramos estar allí. Viva, pues, el hastío social.

          El XX fue un siglo muy interesante. Teniendo en cuenta, tan solo, aquello de lo que fui testigo (es decir, a partir del 53), he visto cosas que vosotros no creeríais. Los primeros hombres en la Luna y la proximidad del fin del mundo (misiles de Cuba); he visto revoluciones e invasiones, y caer un imperio, el soviético. He visto unirse a los países de Europa para que nunca más hubiera guerras entre ellos, y luego he visto una guerra en Europa. Limitándome a España, he visto morir a un dictador que parecía eterno; he visto llegar la democracia (o algo parecido), y un intento de golpe de estado, y la disolución del partido que dirigió la transición. He visto hundirse al PCE, el partido que lideraba la oposición, y renacer al PSOE, que hasta Suresnes no era más que un grupo de dinosaurios nostálgicos. He visto...

          En fin, ya sabéis lo que he visto. Parece mucho, pero no fue nada comparado con lo que ocurrió durante la primera mitad del siglo, con un par de guerras mundiales, una civil en España, la revolución rusa, la caída del imperio británico, el surgimiento de otros imperios, el yanqui y el soviético, y la división del mundo en dos grandes bloques ideológicos. Eso sí que fue tralla. Digamos que me tocó vivir la parte más aburrida del siglo, lo cual agradezco.

          ¿Y qué pasa con lo que llevamos del siglo XXI? Bueno, comenzó con el atentado del 11-S, así que promete ser muy interesante. Ya veremos. Ah, vale, yo no lo veré (no en su totalidad, desde luego); pero no me cuesta imaginar a mis dos hijos cazando ratas mutantes en las ruinas de la ciudad. Afortunadamente son grandes y fuertes (mis hijos, no las ratas mutantes).

          El caso es que, pese a todo lo que he visto, no he podido evitar sorprenderme por el lamentable espectáculo que ha ofrecido, y está ofreciendo, el PSOE estas últimas semanas. Qué bonita forma de pegarse un tiro en la sien. Pero también cuánta sinceridad, porque los dirigentes socialistas no han tenidos reparos en mostrarnos abiertamente que lo único que les importa es pillar poder, aunque sea una mierda de poder, y que son unos mediocres sin ideas.

          Yo, que a mediados de los 70 vi al viejo partido socialista renacer de sus cenizas, ahora le veo echarse gasolina por encima, prender una cerilla e incinerarse alegremente. Aunque no debería extrañarme; una de las características de la izquierda española siempre fue la combustión espontánea. Ahora bien, qué inteligentes han sido los socialistas al elegir la fecha de su espectáculo: coincidiendo con las aperturas de los juicios de las tarjetas black y de la Gurtel. Así la gente, en vez de hablar de la apestosa corrupción y las mentiras del PP, se centrará en las luchas intestinas del PSOE. ¡Bravo!

          Supongo que Pablo Iglesias se estará frotando las manos al ver próximo su ansiado sorpaso. Y en efecto, no me cabe duda de que en las siguientes generales Podemos se convertirá en el primer partido de la oposición. Eso ocurrirá porque el PSOE va a perder un huevo de votos; pero, ojo, no todos esos votos irán a Podemos, ni mucho menos. Irán a la abstención, o a Ciudadanos, o a la Central Anarquista de Capullos Atolondrados (CACA), o a la Confederación Urbana de Lucha Obscena (CULO), o al Partido Español de Damnificados por el Origami (PEDO), o al Partido Intransigente Sosegado (PIS)... –cielo santo, qué infantil soy-. Porque Pablo Iglesias tiene razón: Podemos asusta; pero no a los corruptos y los oligarcas, sino a los votantes.

          Quien realmente se está relamiendo es Mariano Rajoy, que ya se ve presidente para siempre jamás. Y con razón. Gracias a la suicida mediocridad del PSOE, gracias a las ínfulas mesiánicas de Iglesias y gracias a la (¿cristiana?) capacidad de perdonar la corrupción que demuestran muchos votantes conservadores, vamos a tener gobiernos de derechas hasta aburrirnos.

          ¿Quién sucederá a Pedro Sánchez? ¿Susana Díaz? Yo no voto a populistas, y esa dama es una populista, y de las cutres. De hecho, llevo muchas elecciones votando al PSOE no a favor, no porque ese partido me convenza, sino a la contra, para intentar evitar un mal mayor. Pero ya estoy harto. No imagino ningún posible candidato socialista que pueda moverme a votar a un partido tan mediocre e inoperante. Así que se acabó, no más votos a la contra. Entonces, ¿a quién votaré en las próximas elecciones? Pues no sé... Quizá me abstenga, o quizá vote al Partido Animalista; o aún mejor, votaré al CACA, al CULO, al PEDO o al PIS. A fin de cuentas, de eso va la política en España, ¿no?

26 comentarios:

Palimp dijo...

Yo, que también he sido votante del PSOE, estoy atónito a falta de una palabra mejor que está por inventarse. Yo ya llevaba tiempo desengañado, pero si tú has llegado a este punto es que lo del PSOE es un punto y final.

Anónimo dijo...

Buen análisis.
Pero tienes la solución en tu razonamiento: Como afortunadamente eres de izquierdas, eso se nota, vota a la izquierda en las próximas elecciones. El PSOE, visto lo visto, no lo es o no se comporta como un partido de izquierdas.
¿Qué hay a la izquierda del suicida PSOE? Echa un vistazo, está ahí. No hay que tener miedo.
Un saludo.

Juan Constantin dijo...

Saludos:

Yo más bien creo que quien está frotándose las manos de satisfacción es Mariano I "el plasmado". Porque está prácticamente cantado que los "golpistas" del pseudo PSOE, van a abstenerse "por el bien del Estado", y le auparán al Gobierno para luego, eso sí, hacer una fuerte oposición (Sí... seguro). Nada nos librará de otro "magnífico" Gobierno ultraliberal y megaconservador que termine de destrozar lo que queda del Estado del Bienestar, me temo.

El sorpasso tan deseado por Unidos Podemos es lo lógico en un partido que quiere gobernar: debe sobrepasar a todos sus rivales, por la derecha y por la izquierda. Es lo que hizo el PSOE con el PCE, vamos. Arrebatarle el estandarte de la izquierda y quedárselo como botín de guerra. Nada nuevo bajo el Sol.

Juan Constantin

Dámaso dijo...

Que devuelvan la ese y la o de sus siglas. Han consumado una traición a la socialdemocracia iniciada en los 80...

Juan H. dijo...

Hola César, estoy de acuerdo, pero ¿Cómo es posible que se deje el poder en manos de quien va a estar? ¿Es que si alguien hace algo mal nadie lo va a impedir? ¿Todos tiran la toalla y se acabó? Eso me da miedo..., no me gustaria que tanto por un lado como por otro volviesen los totalitarismos. ¿A esto hemos llegado después de tantos años? ¿A una encrucijada en la que se dejará gobernar a una gallina corrupta sin cabeza? Por otro lado y sin ser tan catastrofista, me pregunto, que si para acceder a la politica no deberían dejar llegar a cualquiera, deberiamos inculcarlo desde la escuela; si quieres una plaza tienes que opositar o demostrar que vales,para un trabajo debes tener experiencia y tienes que demostrar demasiadas cosas para cobrar mil euros al mes, y para político, vale cualquiera, no hay rasero que valga y así nos va como nos va. No digo que los de carrera sean mejores, pero sí que se debería pedir unos requisitos mínimos con sueldos ajustados, seguro que muchos dejaban la política y otros cuantos ni se meterían en ella. Por cierto yo soy del partido ERUPTO ( Esquivos Requemados Para Toda Organización), a ver si salgo para las próximas eleccciones, je, je. Un abrazo amigo.
Juan H.

Juan H. dijo...

Perdón, a burro no hay quien me gane, soy del partido ERUCTO,( Esquivos Requemados Con Toda Organización)
Juan H.

Juan H. dijo...

Vaya patinazo... Esquivos Requemados Unidos Contra Toda Orgnizacion)
Juan H.

Gini-Gini dijo...

Lo que está pasando últimamente con la política es tan de cachondeo que no me extraña que hasta los de fuera de España se quieran enterar de qué pasa. Ya somos oficialmente el circo de Europa y con razón.
Para las próximas elecciones, mejor votamos a Papá Noel. O a una gamba. Porque va a ser muy gracioso ir a votar el día de Navidad (ah, no, que ya está ahí el PSOE incinerándose a sí mismo para evitarlo y ponerle la alfombra roja a Rajoy. Vamos a tener "españoles muy españoles y mucho españoles" para rato, me da a mí...)

La verdad, no sé de qué me sorprendo si España ha sido siempre así, no es nada nuevo que nos encante el masoquismo político.

César dijo...

Palimp: Desde luego, a corto o medio plazo no le veo solución al PSOE, porque lo que ese partido necesita ahora es una refundación. Y mandar a hacer puñetas a la camarilla de inútiles que lo dirigen.

Anónimo de las 10:52: El problema es que, cuando miro a la izquierda del PSOE, lo que veo es un partido populista. Y yo no voto a populistas. También veo una formación indefinida. ¿Qué es ahora? ¿Comunista, socialdemócrata, anticapitalista, nacionalista...? Cuando dejen de considerarme tonto y mentirme (populismo) y cuando se definan, entonces decidiré si merecen mi voto. En mi caso, no se trata de miedo, sino de desconfianza.

Juan Constantin: Sin lugar a dudas, el PSOE se ha ganado a pulso ser sustituido como primera fuerza de izquierda. Lo que lamento es que le sustituya un partido populista que, por sí solo, jamás conseguirá llegar al poder.

Dámaso Esteban: La O deberían haberla devuelto hace décadas. La S, en efecto, no pinta nada ahí. Pero ahora han demostrado que no son un partido, sino una jaula de grillos, así que la P también sobra. Se quedan en la E. El Español. Como el equipo de fútbol.

Juan H: Tienes toda la razón: ¿cómo se puede dejar gobernar a un indolente corrupto? Es terrible, pero la culpa la tienen los votantes. En concreto, los casi ocho millones de personas que votaron a un PP cubierto de inmundicia. En este país no hay ética democrática.

Pinky Blossom: Pues sí, me parece que vamos a tener a ese don Tancredo para rato. Con una derecha unida y una izquierda desunida, ¿qué podemos esperar?

Mazcota dijo...

No tengo yo tan claro que se vayan a pegar un tiro en la cabeza. Ahora mismo tienen apoyada una escopeta de dos cañones en la papada del partido, eso está claro, pero no hay que olvidar que quien dispara el gatillo son los votantes. Y eso ocurrirá, o no, dentro de cuatro años, tiempo más que suficiente para escabullirse, aunque sea con alguna maniobra milagrosa, del punto de mira. Además, si los votantes de derecha han perdonado todos los desmanes de su partido, ¿por qué no puede suceder lo mismo con los votantes de izquierda? Al fin y al cabo, abstenerse no parece algo tan grave. Y digo parece porque tan responsable es el que comete un delito como el que, a sabiendas, no hace nada para evitarlo.

Por otra parte, lo que no acabo de entender son los motivos por los cuales permitirán un gobierno del PP. Has comentado el poder que obtendrán con esa maniobra, pero no acabo de verlo claro. ¿Les cederán algún ministerio? Porque resultaría muy raro ver a esos dos partidos, supuestamente antagonistas, gobernando el país.

Lo que me ha quedado del todo claro es que la vieja política, la de elegir los cargos a dedo, ha aplastado a la nueva, la de escoger secretario general mediante primarias. Y no sé cómo podemos esperar un cambio en el país cuando son incapaces de cambiar la mentalidad su propio partido. Un partido gobernado por Los Barones. ¿No te parece una aberración que un partido con las siglas Socialista y Obrero, esté en poder de unos dirigentes con nombre de título nobiliario? Cada vez que lo pienso, mo sé si echarme a reír o llorar.

Ferran dijo...

A mi, lo que realmente me tocó la moral fue la mayoría absoluta de Feijoo en Galicia. Y yo que pensaba que querían dar un auge a su cultura e idioma propios... Aún así, no soy de allí, de manera que es fácil hablar sin saber.

En el caso del PSOE "flipé" con la intervención de Felipe González... Es de la vieja escuela, ¿eh?

Estamos apañados.

Molina de Tirso dijo...

No se puede saber cómo lo haría la izquierda que tenemos, pero ponerle trabas en lugar de ayudarla a avanzar (sin abandonar el sentido crítico) sólo puede conducir a espectáculos como este. Las dos derechas (la evidente y la otra) debatiéndose entre dos alternativas: competir o apoyarse. Porque el PSOE no ha sido nunca se izquierdas, al menos desde el Congreso de 1979. Aunque, por contraste con la dictadura anterior haya dado el pego durante toda una época.

Rickard dijo...

El problema está en que el PP no ha demostrado ningún propósito de enmienda ante la corrupción y como muestra ahí está lo que ha pasado con el caso Soria (si Rajoy hubiera salido investido en la primera vuelta ya lo tendríamos en el Banco Mundial pesara a quien le pesara) o con Rita Barberá como demuestra la actitud de Rajoy negándose a pronunciarse sobre ésta o la negativa del PP a eliminar los aforamientos. Vamos, que al PP se la sigue sudando la corrupción y más tras ver que ello no le supone ningún castigo en votos.

Y ante ello, ¿cuáles han sido los argumentos de Mariano Rajoy para que los demás tengamos que aceptarle como presidente? Básicamente dos: que ha sido el más votado (pues, desgraciadamente, parece ser que aún son muchos los que toleran y jalean la corrupción pero eso no quiere decir que los demás tengamos que aceptarlo o quedarnos estáticos ante ello)y que, como rezaba el antiguo chiste, es "O yo o el caos". Pues bien, para mí los dos argumentos no son tan válidos como el pretende puesto que, aunque Rajoy ha sido el más votado, aún son más los que no lo han hecho y, por otro lado, los hay que pensamos que, visto lo que ha hecho el PP, ellos son el caos o, mejor dicho, son peor que el caos. Dicho de otro modo: si me dan a elegir entre la corrupción generalizada y la injusticia social que supone un gobierno del PP y el caos, yo prefiero el caos. Y a lo mejor no es una posición muy razonable (es lo que argumenta ahora el PSOE) pero para mí se trata de una posición moral y es tan respetable como cualquier otra.

Y eso es lo que se está dirimiendo ahora ni más ni menos, una antigua cuestión filosófica: si se debe optar por lo práctico, lo útil o por lo éticamente correcto, por lo que debería ser.

El PSOE ya parece haber tomado su opción a costa de unos cuantos cadáveres en el camino (y tal vez a costa de su propia personalidad). Yo también tengo clara la mía (idealista que es uno) pero me temo que para lo que va a servir...

César dijo...

Mazcota: ¿Por qué los votantes de derecha perdonan las tropelías de su partido y los de izquierda no? Pues, en parte, porque los votantes de izquierda están muy ideologizados, mientras que los de derecha se centran en la defensa de sus intereses. Por así decirlo, el voto de izquierda es ético, y el de derecha pragmático (y egoísta). No en todos los casos, me apresuro a aclarar, pero creo que sí en la mayoría.

Ferran: En Galicia, una región que adoro, son muy, pero que muy conservadores. Eso, históricamente, se debe en parte al minifundio. En cuanto a Felipe González, cada vez parece más una caricatura de sí mismo.

Molina de Tirso: El PSOE, históricamente, ha cometido muchos errores; entre ellos practicar una política económica de derecha, es cierto. Pero no me parece justo negarle su condición de socialdemócrata. Te recuerdo que su política social nos trajo el divorcio, el derecho al aborto, el matrimonio gay o la ley de asistencia.

Rickard: Tú mismo lo dices: es la lucha entre la ética y el pragmatismo. La cuestión es así: Si se actúa éticamente, hay que impedir que un partido tan corrupto como el PP alcance el poder. Pero entonces iremos a terceras elecciones y el PP saldrá reforzado en escaños. Ahora bien, si se permite la investidura de Rajoy, el gobierno estará en minoría y la oposición podrá torcerle el brazo.

Sinceramente, no sé qué opinar al respecto. Por un lado, mi ética me grita que Rajoy no puede salir impune de tanto desmán, y no se le puede apoyar de ninguna manera. Pero por otro, me haría tanta ilusión ver cómo Rajoy se las traga dobladas...

Una cosa más: Dices que la corrupción "no le supone ningún castigo en votos" al PP. Hombre, pero si ha perdido tres millones y medio de votos. Claro que la corrupción le ha castigado; pero por desgracia no lo suficiente.

Samael dijo...

joder nunca había estado tan de acuerdo contigo. yo pienso votar a CACA pero con alguna tachadura para que invaliden el voto, no sea que salga elegido

La Vieja Piragua dijo...

Suelo sentirme muy identificado con tus puntos de vista. En este caso, totalmente. Me pasa exactamente lo mismo. Gracias por compartirlo. A veces uno tiene la sensación de ser un marciano. Da gusto comprobar que hay más.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo en lo que dices. de hecho creo qque hemos vivido en una isla temporal todos estos años, algo realmente increible en la historia, generaciones sin guerras y prosperidad. pero sinceramente, creo que se está acabando. No se en qué sentido, o quizá es que ultimamente estoy pesimista, pero veo el futuro y no lo veo claro.

En la esfera internacional hay problemas bien gordos con el tema de refugiados, millones de personas con carencias terribles y experiencias atroces, y europa está totalmente cogida desprevenida.

En cuanto a la economía, no me gusta adónde vamos. Realmente, salvo en pequeños retoques, toda la política viene de europa y la creación de riqueza es muy complicada. Sólo en andalucia hay más d eun 40% de la población bajo el umbral de la pobreza. No veo que ningún partido realmente tenga capacidad de hacer nada con cabeza, porque ni siquiera sus líderes lo tienen claro. Y lo peor del tema del PP, en eso disiento un poco contigo, no es que los votantes sean pragmáticos o no estén ideologizados, yo creo, en mi opinión, que lo votan porque lo consideran el menos malo (sí, aq parezca increible). Por alguna razón consideran al PP el partido que es capaz de mantener aunque sea a medias el rumbo del barco. Es terrible, porque tras tanta corrupción el PSOE no ha podido sacar ventaja (aq en Andalucia los casos de corrupción del psoe son de traca fallera)...en fin... que las ratas mutantes son muy muy gordas. Y no se si habrá balas para todas.

Resumiendo, lo veo negro, y no se que se puede hacer.
Mazarbul

Rickard dijo...

César: tienes razón, me he expresado mal: no es que la corrupción no le haya pasado factura al PP sino que no ha sido lo suficiente o no lo bastante como para impedirle seguir ganando elección tras elección (y gobernando, visto lo visto). Esa pérdida de votos del PP se debe, sin duda, a los indecisos que suelen usar el llamado "voto de castigo" y oscilar de un lado a otro pero no nos engañemos: al núcleo de los votantes del PP así como a una gran parte de la población se la sigue trayendo floja el tema de la corrupción o, al menos, la aceptan tácitamente como algo natural. De ahí que sigan ganando. Y claro, viendo eso, ¿cómo va a haber ningún propósito de enmienda en el PP? Imposible.

Además, el problema no es tanto que gobierne o no el PP sino que sigan gobernando Rajoy y su camarilla, pues Rajoy es el heredero y responsable, aunque sea por inacción u omisión, de toda la corrupción que ha estado galopando impunemente por su partido mientras él estaba en el poder o en puestos cercanos. A mí me sigue indignando, por ejemplo, cada vez que veo salir hablando, dando lecciones de responsabilidad nacional al PSOE, a Cospedal, la señora de la "indemnización en diferido" a Bárcenas.

César dijo...

Mazarbul: Creo que hay dos enormes problemas económicos, y no solo en España, sino en todo el mundo. El primero es la desigualdad. El segundo es la pérdida de empleos a causa de las nuevas tecnologías. Puede que el primero tenga solución, pero al segundo, por muchas vueltas que le doy, no le veo salida. Así que yo también atisbo un futuro del color del lignito. Ojalá nos equivoquemos.

Rickard: De acuerdo al 100%

Samael dijo...

Para el segundo problema que mencionas, César, está pensado que las máquinas que sustituyen a los hombres también paguen seguridad social, de modo que aunque no soluciona el problema totalmente, sí lo hace en parte, pues la caja de la SS sigue recibiendo dinerito.

César dijo...

Samael: Cierto, pero como tú mismo apuntas, eso solo soluciona una parte del problema. Aunque la caja de la SS acabe rebosante, la cuestión es que no habrá trabajo suficiente para todo el mundo. De hecho, ya está pasando. Y con el desarrollo de la robótica y la IA, pasará mucho más. Esto es tan preocupante que muchos economistas (de izquierdas y de derechas) están empezando a apostar por la Renta Básica Universal.

Anónimo dijo...

No me había planteado que la pérdida de empleos estuviera motivada por las nuevas tecnologías, la verdad. Parece un problema del XIX. Y respecto a lo que dice Samael de cobrarles a las máquinas, se le plantearía al fisco un problema asimoviano, ¿qué es una máquina, la cafetera expendedora, el programa de ordenador de una entidad financiera o la página web que utiliza algoritmos para lanzar mensajes a usuarios?. La verdad que es un tema harto complicado, un problema de límites, porque las máquinas está por todos lados ya. Hasta el teléfono es una máquina.

Por otro lado el problema es también la superpoblación, y encima anciana. Somos mucha, mucha gente. Lo curioso es que igual puede ser un fenómeno muy localizado en el tiempo (nuestro tiempo) porque cuando esas generaciones vayan desapareciendo igual da un bajón si las siguientes generaciones no han tenido tantos hijos, aq se reemplazarían con inmigrantes...o una epidemia masiva.

Y lo de la renta básica lo he escuchado pero no he leído nada sobre ella. No se cómo se encajaría en los presupuestos y tal, aq a la vista de toda la corrupción, igual si se dedicara a una renta básica, se solucionaría algún problema.
Mazarbul

Rickard dijo...

Algunos "entendidos" han salido últimamente por la tele hablando de esto y diciendo que la progresiva automatización y robotización de algunos puestos de trabajo no suponen ningún problema porque "aunque se destruyan algunos empleos se crearán otros nuevos". Lo que no dicen esos iluminados es que esos nuevos puestos de trabajo probablemente no podrán ser cubiertos por muchas personas que hayan perdido los suyos puesto que se tratarán de puestos de alta cualificación. Dicho en plata: a medida que determinados trabajos como operarios de fábricas, camareros, dependientes, taxistas y otros trabajos de servicios vayan siendo sustituidos por máquinas y robots más o menos complejos, irá haciendo falta más gente que trabaje diseñando, programando y reparando esas máquinas y robots pero esos puestos no van a ser cubiertos por los peones, camareros y taxistas que hayan perdido los suyos puestos que requerirán de unas competencias y cualificaciones muy elevadas así que el problema seguirá estando ahí.

La solución es que el beneficio que generen esas máquinas y robots (que será mayor en tanto el coste de producción será menor) revierta realmente en las cotizaciones a la seguridad social y en las pensiones de esa gente que ahora no pueda volver a trabajar o en esa Renta Básica Universal que cada vez veo como algo más necesario. Es el sueño asimoviano o de algunos futuros optimistas como el de Star Trek: el de una humanidad cada vez más liberada de las cargas del trabajo y pudiendo vivir de los beneficios que proporcione una sociedad cada vez más automatizada. Ahora bien, ¿se llegará a producir realmente eso? Yo lo dudo. Creo que al final el beneficio se acabará quedando en las manos de los de siempre.

A ese respecto, recuerdo una novela de ciencia ficción que en su momento me pareció bastante profética: "Las torres del olvido" de George Turner. El autor proponía una sociedad futura en la que la clase media había desaparecido y en la que la tradicional distinción de clase entre ricos y pobres había desaparecido en favor de una nueva división de clases simplemente entre los que trabajan y los que no tienen empleo.

Anónimo dijo...

Si me permitís una recomendación de lectura, hay un ensayo que me encantó que quedó finalista en el premio de ensayo de Anagrama, y estudia la visión en la literatura de cf de temas como las migraciones, la fecundidad y las distopias. Se trata de "Descenso literario a los infiernos demográficos" de Andreu Domingo. El ensayo tiene algunas partes sesudas pero está muy bien, vamos, de esos libros que se visitan de tanto en tanto.

Y por cierto, las torres del olvido es una de mis lecturas pendientes de CF.

Mazarbul

Jane Jubilada dijo...

Parece como si me leyeras el pensamiento. Suscribo letra a letra lo que dices. Y ahora me encuentro desconcertada, indecisa, cariacontecida... ¿A quién dar mi voto "ético"? Los podemitas no me convencen y los que propones (muy originales ellos), tampoco. Y no contemplo no votar después de tantos años no pudiendo hacerlo. Tengo una duda. O varias.

César dijo...

Mazarbul: La robótica está en pañales, pero a punto de estallarnos en las narices. Cuando los robots estén entre nosotros, ya verás lo que pasa con el empleo... Pero tienes razón: en última instancia, la superpoblación es el gran problema. Somos demasiados para un solo planeta. ¿Sabes cuál es una de las principales causas del efecto invernadero? Los arrozales asiáticos, que ocupan inmensas extensiones y generan metano por un tubo. ¿Es posible eliminarlos y matar de hambre a cientos de millones de personas? Ese es el problema.

"Las torres del olvido", de Turner, no solo es una excelente novela, sino además sobrecogedoramente profética. Léela pero ya. Salvo que no quieras deprimirte, claro. Yo buscaré el ensayo de Domingo... en cuanto abandone las muletas.

Rickard: Los robots se ocuparán de lo mismo que se están ocupando ahora: de los trabajos que no impliquen toma de decisiones ni creatividad. Es decir, trabajos repetitivos y estandarizados. O sea, la inmensa mayor parte de los trabajos. ¿Ese desempleo masivo tendrá la contraprestación de un empleo masivo en sectores laborales que no pueden ser robotizados? Lo dudo muchísimo. Por cierto, la realidad ha superado los negros presagios de "Las torres del olvido". Ahora las alternativas no solo son empleados y desempleados, sino empleados, empleados pobres y desempleados.

Jane Jubilada: Muchos estamos como tú, amiga mía.